Una experiencia única en el Outback
Mi experiencia en Australia: mi nombre es Beeke, volé a Australia en agosto de 2013. No solo conocí a mucha gente excelente allí, sino que también vi un país que vale la pena visitar. ¡No importa que fue para pocos meses! Realmente disfruté la primera semana, no solo los primeros días en Brisbane y Rainbowbeach, donde hemos visto y experimentado mucho, sino también los días en la granja de entrenamiento. Conducir ganado, castrar terneros, marcar y vacunar, cortar árboles con motosierras, arreglar cercas, montar y cuidar caballos, limpiar establos, conducir motos enduros, etc. todo esto en solo 4 días fue absolutamente increíble. Y yo también lo hizo! Me habría encantado con quedarme más tiempo en la granja de entrenamiento.
Pero incluso mi próximo trabajo, que encontré rápidamente gracias al apoyo de la granja de capacitación, ¡fue increíblemente genial! Vine a una granja de cría de caballos de carreras. Trabajo físico duro pero bueno. Mis tareas principales eran preparar comida para todos los caballos, limpiar establos y sacar el estiércol, entrenar a los caballos jóvenes en la pista de carreras, ayudar al veterinario con varias tareas y mucho, mucho más. Fue una experiencia única en el Outback que no voy a olvidar. Trabajando al aire libre todo el día con animales alrededor, incluso cuando el trabajo es duro y la arcilla es áspera. Esto es parte de la vida en una granja real y ha hecho que todo sea aún más impresionante.
Además, se me permitía vivir con la familia australiana, cenar con ellos, pasar las tardes y, a menudo, me llevaban a amigos, para cenar o festejar cumpleaños y me saludaban con los brazos abiertos en todos momentos. Desafortunadamente, tenía un problema con una hernia de disco después de poco tiempo (nada que ver con el trabajo en Australia) y tuve que pasar 5 días en el hospital. Luego tenia que regresar a mi país en octubre. Ese fue un final bastante brusco e involuntario, pero todavía estoy más que feliz con la experiencia de 2 meses que he podido hacer. E incluso después de mi accidente, la familia para la que trabajé no me dejó sola, me apoyó, fue a los médicos y me dejó quedarme con ellos en su granja hasta pudo volver a casa.
Recomendaría a cualquiera que pruebe la aventura y salga al Outback. Y, sobre todo, elija esta organización, especialmente debido a la semana introductoria que me facilitó el comienzo en el Outback y me permitió conocer a grandes personas de inmediato. ¡Así que si te vas, saludo a Oz y disfruta el mejor tiempo de tu vida!
Beeke K.